Notas al programa
El verdadero escritor es un destructor que aumenta la
existencia…minándola.
Cioran
Samuel Beckett escribió Final de partida (Fin de Partie) tras el éxito que significó para el teatro europeo de post guerra su primera pieza Esperando a Godot. La escribió directamente en francés a pesar de que casi toda su producción narrativa anterior había sido escrita en su propia lengua materna, el Inglés de su Irlanda natal. Final de partida revalidó su reputación de dramaturgo y tras su estreno bajo la dirección de Roger Blin en 1957 en el Royal Court Theater de Londres, el texto se convirtió en un clásico del llamado Teatro del Absurdo, término acuñado por Esslin que definía así la tendencia experimental que con más fuerza dominó la escena mundial tras las experiencias límites del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial.
Mas allá del paso del tiempo y de las etiquetas epocales, las imágenes del teatro de Beckett siguen aún vivas y calcinando la imaginación del público y de los teatristas actuales; sin duda, por la síntesis con que fueron concebidas. Dos hombres que esperan eternamente bajo un árbol la llegada improbable de ese misterioso Godot, la cabeza de una mujer que sueña con sus Días felices semienterrada en la arena de una playa y que no se percata de que mientras recuerda se hunde irremediablemente; la pareja de Hamm y Clov, amo y sirviente que juegan su última partida en este búnker rodeado por la destrucción de la naturaleza y del mundo exterior, tal vez sobrevivientes finales de un período de la Historia. ¿Qué fuera el teatro del siglo XX sin estas imágenes, sin estos íconos?
La naturaleza incalificable de las relaciones de poder, su misterio y su ritual de culpas, chantajes, imposiciones, perdones, manipulaciones, el implacable examen de conciencia, íntimo e inconfesable públicamente de Hamm, la decadencia y el deterioro; la falta de fuerzas de Clov, el sirviente, que le impide finalmente partir, son algunos de los temas que más nos han herido al tratar de entenderlos.
Ésta que verán hoy, es nuestra aproximación a la fábula de Beckett, detrás de la ilogicidad aparente y a modo de caja negra de un desastre, hemos registrado en ella nuestras verdades finales, nuestras más complejas certezas. Ojalá esa penetración llegue a ustedes con igual transparencia.
Carlos Celdrán
Hamm Pancho García
Clov Waldo Franco
Nagg José Luis Hidalgo
Nell Verónica Díaz y Daisy Sánchez
Diseño de escenografía Alain Ortiz
Diseño de vestuario Vladimir Cuenca
Diseño de luces Manolo Garriga
Asistencia de dirección Amaury Gonzáles
Diseño de banda sonora Carlos Celdrán
Maquillaje Mandy Corbo
Puesta en escena Carlos Celdrán
Realización de escenografía - Jesús Darío Acosta, Alexis Avilés, Reinier Ramírez
Sonido Leonardo Cabrera
Luces Jesús Darío Acosta
Utilería Alexis Avilés
Tramoya Reinier Ramírez
Producción Jorge de la Garza
Administración Lola Altuna
Dirección de Argos Teatro Carlos Celdrán
GRAN PREMIO DE PUESTA EN ESCENA EN EL FESTIVAL NACIONAL DE TEATRO CAMAGÜEY 2010
PREMIO DE ACTUACIÓN MASCULINA PARA PANCHO GARCÍA Y WALDO FRANCO
PREMIO INTEGRAL DE DISEÑO PARA MANOLO GARRIGA (LUCES), VLADIMIR CUENCA (VESTUARIO), Y ALAIN ORTIZ (ESCENOGRAFÍA).
PREMIO DE LA CRÍTICA 2009
PREMIOS CARICATO 2009:
PREMIO DE PUESTA EN ESCENA PARA CARLOS CELDRÁN
PREMIO DE ACTUACIÓN MASCULINA PARA PANCHO GARCÍA Y WALDO FRANCO
de Samuel Beckett
ESTRENO 20 de marzo 2009